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NOSOTROS

Carta del Director Médico

Dr. Carlos E. Hernández Villalón

ESTIMADOS AMIGOS

A nombre del centro de entrenamiento EREES, quiero agradecer y destacar en este 12avo. Aniversario a favor de su confianza.

Nos encontramos en un momento histórico para la humanidad, como personal de la salud se nos han presentado escenarios inimaginables y retos que hemos aprendido a solventar de manera frontal, con responsabilidad y compromiso los cuales han puesto a prueba nuestra fortaleza y la resiliencia para sobreponerse a la adversidad. En ese sentido es muy importante revisar nuestras acciones y aprender de nuestros errores.

Para el centro de entrenamiento EREES, tu seguridad es primordial.

Es por ello que se han realizado una serie de adecuaciones que ofrecen justamente un mejor marco de seguridad sin demeritar la calidad en la instrucción y el entrenamiento que nos han distinguido a lo largo de estos años; quiero aprovechar para agradecer por este medio al formidable grupo de profesionales que conforman la gran familia EREES por su lealtad y el compromiso otorgado durante estos años, los cuales a través de su trato cálido, objetivo y profesional han permitido situarnos en un lugar privilegiado. El futuro próximo en este año que recién inicia, requerirá de un esfuerzo importante.

Es imprescindible estar cada vez mejor capacitados y entrenados a fin de enfrentar con mejores herramientas y habilidades la diversidad de situaciones que envuelven a los pacientes en estado crítico, siempre bajo un estricto marco de seguridad y con la mayor protección, y con la firme convicción como prioridad la de salvar vidas.

Son momentos duros para el mundo, pero son momentos para sacar de nosotros lo mejor: la generosidad, la colaboración y la entrega. Estar disponibles y preparados lo mejor posible para ayudar y combatir junto a la sociedad esta pandemia.

A nombre de la gran familia EREES deseamos que en este año venidero se encuentren rodeados de paz, armonía y salud, que sanen pronto las heridas tanto físicas como mentales y espirituales. Miremos el futuro con optimismo y no dejemos que el ruido del mundo termine con nuestra fe, nuestras convicciones, ideas y objetivos.

Reciban de un servidor un cordial abrazo.

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